top of page
DA3461D8-7CE2-499D-822B-5D455D61054C_edited.jpg

PURGADORA

written by César Roberto González-Aguilar

El suelo empieza a temblar cuando Sonus sube al escenario. Vestida con un body de cuero negro, el público mira atónito mientras ella serpentea su cintura al ritmo de la música. Los tobillos del público vibran sobre el zacate y la lona que los cubre se mueve como bandera. Sonus sabe que nunca han visto a alguien como ella. Ver a una bruja en la vida real es raro. Ahora que lo pienso, un DJ que controla a una multitud con ondas sonoras es muy parecido a una bruja que controla a alguien con sus poderes. En la adultez uno piensa que los encuentros con lo oculto son cuentos de ficción, pero esta noche, esas historias son creíbles. 


Mi mente se deja llevar por la música de Sonus. Recuerdo que mi madre me contó sobre su encuentro con Tionema, la bruja del circo andante, en Casa de Piedra a finales de los años sesenta del Siglo XX.

IMG_1531.heic

Tionema venía con un circo ambulante que iba por Jalisco y se instaló en las afueras del pueblo junto a los cañaverales. Era surrealista ver cómo una lona gigante y decorada con espirales blancos y rojos se extendía sobre las lomas verdes. 


Mientras terminaban los actos, Mamá temía con solo pensar que su padrastro podría estar despierto esperándola. Todos los amigos de Mamá iban a ir al circo, así que ella se escapó para ver el espectáculo. Aunque tuvo  miedo, se alegró de haber esperado hasta el final y experimentar las habilidades de Tionema. Telepáticamente, la mujer misteriosa sabía los problemas de los voluntarios que se atrevían a acompañarla y les purgaba sus recuerdos dolorosos. 


Tionema comenzó su acto llamando al universo como una forma de conectar con un espíritu colectivo. Los llamados de Tionema se convirtieron en vocalizaciones que aumentaban de volumen a medida que cantaba. Mama recuerda que su canto se engrosó hasta convertirse en un conjunto de voces que parecían un coro sosteniendo un acorde disonante.


Una vez que el público tenía el cerebro limpio, Tionema hacía preguntas directas a los voluntarios. Preparaba tés personalizados dependiendo de lo que contestara la persona. Dentro de la tetera de cristal, se podía ver la colección de hojas que flotaban encima del agua dorada. Mamá dijo que Tionema no usó azúcar para añadir dulzor a los tés. En vez, trozó un caño largo con su machete blanco y lo presionó entre dos piedras de mármol para sacar el jugo. Una vez endulzado, los participantes se tomaban su té y se volvían más susceptibles a los poderes de Tionema durante su interrogatorio. Después, Tionema se ponía de pie y su mirada traspasaba las pupilas llorosas de sus súbditos para enlazar su conciencia con la de ellos. No tenían otra opción más que hablar de los recuerdos extraídos. 


Tionema daba fuerza telepática que destruía cualquier miedo relacionado con traumas reprimidos. Ya cuando los voluntarios tenían ríos brotando de sus ojos, Tionema cantaba de nuevo con tanta fuerza que Mamá recuerda su estómago retorcerse como si estuviera en una montaña rusa. Un hombre lloró con tan profundo dolor que el asistente de Tionema vació tres cuencos de latón llenos de sus lágrimas. 


Esa misma noche, mientras mi madre corría entre los cañaverales para llegar a casa, se encontró a Tionema en medio del campo mirando hacia las estrellas.  Había un montoncito de cañas a sus pies y tenía el brazo estirado con la mano sosteniendo el machete brillante que goteaba jugo dulce. 


Mamá dijo que Tionema era hermosa, pero no fácil de mirar. Llevaba una cadena de plata con largas hileras colgantes de cristales de selenita y ópalo. Ella brillaba porque la luz de la luna se reflejaba de la cadena que la cubría desde su cuello hasta los pechos. Su piel bronceada, su largo pelo negro y sus altos pómulos le daban una presencia que hacía que la gente mirara en otra dirección. Los pocos que se atrevían a conectar con ella tenían el privilegio de presenciar cómo sus ojos llorosos suavizaban a sus iris negros. 


La hechicera sintió la presencia de Mamá detrás de ella e inmediatamente le ordenó que se fuera a casa. 


"No quiero irme. Mi padrastro seguramente ha descubierto que no estoy en cama y me castigará por ello", dijo mi madre mientras sus ojos cafés se llenaban con preocupación. 


"No le temas. Es un hombrecito. Tu eres protegida por espíritus puros. Nada que sea de luz le protege a él, sólo la magia negra", respondió Tionema con su ceja derecha alzada y su nariz arrugada como si tuviera asco. 


"Toma esto", ordenó suavemente mientras le entregaba a Mamá un trocito de caña. "Mastícalo y siente cómo la dulzura del jugo convierte tu miedo en valor. Cuando te sientas preparada, llévate a tu abuelita y aléjate de tu padrastro. Si tu madre decide quedarse con él, entiende que los miedos de ella son tan reales como los tuyos. Acepta que pagará por sus errores igual que tú y yo pagaremos por los nuestros".


¿"De dónde vienes"? Le preguntó mi madre. 


"Soy energía en forma física. Todos la somos. Yo vengo de cualquier bosque que esté dispuesto a proteger a los dotados como yo. La madre naturaleza me permite traer a otros el pasado, el presente y el futuro. Soy quién necesitas que sea", respondió Tionema. 



"Esta tierra es poderosa. Esta noche, la caña de azúcar hizo que mis tes funcionaran mejor que nunca. Nunca había hecho conexiones tan fuertes. La tierra aquí está cargada de energía positiva y parece estar viva. Aprovéchala", le dijo Tionema a mi madre.

IMG_1529-removebg-preview.png

El bajo que sale de las bocinas me hace volver a la realidad. Las luces estrobo se encienden en patrones rápidos que cambian de color. El público salta en sus lugares mientras Sonus mezcla una canción tras otra. Nadie en la multitud se da cuenta de la magia a la que estamos sometidos. 


Sonus sube arriba de la mesa y detiene el plato que gira en la placa de DJ con su tacón de clavo. 


La música se detiene para revelar el sonido de la multitud expresando su más profundo dolor con llantos. Miro caras con la boca estirada y llorando lágrimas espesas.  Imagino que los gritos colectivos formaban un sonido similar a los cantos de Tionema que Mama describió. Mis oído duelen al oír los gritos. 


Sonus suelta el tacón del plato y continua la música horrorosa y agradable. 


Dejo que mi mente divague con las formas de la música mientras mi pecho es golpeado con latigazos sónicos. Los ruidos agudos me cosquillean el oído mientras los tambores hacen rebotar mis pies. Las ondas de la música rompen la barrera física del sonido y veo con mis ojos una ola de sonido salir de las bocinas y desparramarse entre nuestros cuerpos. 


De repente, recuerdo una época cuando no me preocupaba del fracaso.  


Me encuentro sobre mis rodillas en la primera fila y Sonus se fija en mí entre el público. Me doy cuenta de que me rodea un charco de mis lágrimas que no se absorbe por el zacate. Las vibraciones de la música crean figuras cimáticas en la superficie del charco. Sonus me mira profundamente desde el escenario. Una ola de emociones se apodera de mi cuerpo mientras mis ojos permanecen fijos en la bruja parada encima de la mesa. 


Luego, el sonido que me rodea se desvanece y es sustituido por un suave zumbido. Oigo la voz dulce de Sonus en mi cabeza sin verla mover sus labios rositas. Con delicadeza, extiende su suave mano y se inclina hacia mí hasta que su frente parte por el medio la cascada de su cabello negro. 


"No me temas a mí ni al futuro", me dice Sonus mientras su música vuelve a mis oídos poco a poco. "Tionema bendijo a tu madre y todos sus descendientes la noche en que tomó la caña de azúcar".


La música vuelve a sonar con fuerza. Voces robóticas llenan la lona. 


Volteo para encontrar montones de cuerpos dormidos sobre el zacate. 


Yo era la única persona arrodillada y despierta. 


No recuerdo haber vuelto a mi coche. Hasta ahora, no sé que experimentaron los demás en sus cabezas. Pero sí sé que la música que tocaba Sonus estaba cargada con la misma energía que contenían los cañaverales en Casa de Piedra.


Mi miedo al fracaso lo siento vencido. Así como mi madre, siento valentía. 


Ahora yo también puedo luchar por mi paz. 

DEPARTE DEL AUTOR

Mi objetivo era crear una historia chicana que complaciera a los lectores experimentados con su compleja estructura y que también atrajera a nuevos públicos. Intenté difuminar los límites entre magia y ciencia al combinar imágenes míticas con el poder de las ondas sonoras. En esta historia de ficción familiar, Tionema es la guía que todos necesitamos para ayudarnos a crecer y Sonus es el recordatorio necesario para seguir adelante. Memoria, magia, actuación, transformación y música son todos los elementos que se combinan para crear un relato chicanx que explora nuestras lecciones de vida actuales y pasadas.

bottom of page